En todos estos años como padres, hemos viajado bastante con nuestras hijas e incluso con el pequeño Óliver. Tal vez no tantas veces como nos hubiera gustado, pero las suficientes como para adquirir algo de experiencia en el tema.
Con la mayor hemos ido a varios países e incluso al otro lado del Océano Atlántico. Con Óli al mes ya estaba viajando sola a Madrid para un evento.
Mis recomendaciones, vayas a la esquina o a otro continente son las siguientes:
- Llevar siempre algo de comer, y algo de beber. Para el bebé es difícil, porque además de la teta, cuando nos ve comer algo, siempre nos pide, y no disponemos de fruta fresca allá a donde vamos, así que he conseguido estos snacks de Heavenly Tasty, que pueden comer desde los 6 meses y no tienen porquerías. Al menos tengo un paquete en cada bolso por si estamos en medio de un viaje y lo que comemos nosotros no lo puede comer. Nos ha sacado de varios apuros.
- Tener a mano un juego o juguete (a mano, no sirve en la maleta), mi último descubrimiento ha sido la cajita PINTAPUM, que trae ceras, pegatinas y un metro de dibujos para colorear. Es pequeña y cabe en cualquier lado.
- Saber que hacer allá a donde vayas, o… tener una de estas cajitas con actividades en cualquier lugar de España. Hay variedad de Kiddy’s Box para todos los peques, y lo mejor es que no caducan.
- Elegir un alojamiento «child friendly», porque a estas alturas, con 3 hijos de diferentes edades, no me veo llevando trona, cuna de viaje, barandilla para la cama, bañerita, etc. Creo que esas épocas ya pasaron y ojalá todos los hoteles o apartamentos fueran como el Eric Vokel, a donde voy cada vez que bajo a Madrid.
- «Mamá también se relaja«, y este es mi lema desde que me llegaron estos auriculares. Resulta que si te echas en la cama o en el sofá, estás disponible para todos, pero si te pones unos auriculares, la gente entiende que «no estás». Yo elegí los Vasa Bla de Sudio porque son bluetooth y puedo dejar el móvil en cualquier rincón y seguir con mi música. Además son perfectos para no escuchar el «Mamá ¿cuánto falta para llegar?» , una y otra vez! 😉