Elegir bañera para el bebé

Baño bebeSeguro que desde que estás embarazada pensaste mil veces en todo lo que tendrás que comprar para que no te falte ninguna comodidad a la hora de cuidar de tu bebé. Sin embargo hay ciertos artículos a los que no le damos importancia y son tan importantes como una sillita de paseo.
El lugar en donde bañarás a tu bebé es uno de ellos, tiene que ser cómodo para ti y para el bebé, una pequeña bañera con soporte es ideal para dejar tus brazos libres para acariciarlo y pasarle la esponjita. No es recomendable que lo sostengas tú misma, ya que puede ser peligroso para tu hijo (puede resbalarse) y poco saludable para tu espalda.
Es por esta razón que los fabricantes ya inventaron todo:

Bañera tradicional pero anatómica:
Ligera, pequeña y económica. Ésta en particular tiene una novedosa composición que gracias a su sistema «Microbán» impide a los mohos y microbios establecerse en el plástico de la bañera.

Bañera con cambiador para poner sobre la bañera:
Permite bañar a la bebé encima de la bañera de adultos y a la altura perfecta para los papás. El cambiador se encuentra situado en el mejor sitio para cambiar al bebé recién bañado.Esta opción es super cómoda y seguro la elija cuando tenga otro bebé.

Bañera con vestidor y rueditas:
Práctico y cómodo, con espacios para guardar los artículos de cuidado del peque, con ruedas para trasladar la bañera de su cuarto al baño o donde te sea más cómodo darle su baño. Cuando o lo bañas puedes usarlo de cambiador.

Bañera hinchable:
Esto es genial para aquellas personas que tienen un baño pequeño y no disponen de espacio para guardar este tipo de cosas. También es practiquísimo para viajes o para llevar a casa de los abuelos. Es para bebé de 6 meses hasta los 2 años

Mueble bañera:
Esta es la elección de muchos padres. Puedes guardar la ropa del bebé, toallas, jabones o lo que quieras porque tienen unos cajones inmensos. Cuando el niño se hace grande la bañera se saca del mueble y puedes utilizar la parte de arriba como un cajón más.

Bañera-cambiador plegable:
Son las clásicas. Sencills y cómodas, con cambiador y bandeja para ponr las cositas de tu bebé. Estas no tienen rueditas, por lo cual pueden ser un fabuloso cambiador pero no los recomiendo como bañeras.
Bañera
Estoy segura de que hay muchas mas, pero estas son las que se me vienen a la mente. Lo importante es que a todas estas bañeras tendrás que ponerle un adaptador para el bebé, cuando son mas chiquitos un soporte y cuando crecen un asiento para mantenerlos sentados y seguros (mi hija estaba obsesionada con ponerse de pie mientras la bañábamos).
También hay bañeras con adaptador incluído, como ésta.

Pero éstos adaptadores no son los únicos que facilitan la tarea a la hora de darles un relajante baño a nuestros hijos, buscando también puedes encontrar:

Almohadillas de bañera

Soporte de Tummy-Tub

Almohadilla de baño con soporte para la cabecita

Soporte ergonómico

Soporte de Foam

Hamaca de baño

Y un genial invento: es un soporte de tela con una estructura que de un lado pones al bebé recién nacido y cuando crece un poco puedes usarlo del reverso, me encanta.

Tummy-tub¿Estás buscando algo moderno? Dicen que el Tummy-Tub ayuda muchísimo a los bebés que sufren cólicos. Esto es lo que se dice de esta cubeta-bañera:
Simula perfectamente el útero de la mamá.
Llénala de agua con una temperaura de 37º, intenta dar al bebé la máxima libertad de movimientos sujetándolo o por la axilas o suavemente por la nuca y deja que recupere la postura fetal, apreciarás como agradece este peculiar baño y se relaja considerablemente.
Ideal para bebés con facilidad o tendencia a sufrir los cólicos de gases.

Tummy Tub el único baño recomendado por médicos, comadronas y enfermeras de nursery.
– Baño natural del bebé en posición fetal.
– Relajante para los padres y el niño.
– Bañándolo como si no pesara nada.
– Noches tranquilas para los padres y el bebé.
– El original Tummy Tub ayuda a combatir los cólicos del bebé.
– Especialmente útil para los bebés prematuros.
– Respetuoso con el medio ambiente.
– Mantiene el agua a la temperatura adecuada durante 20 minutos.
– La única bañera autorizada con el distintivo oficial de aprobación TUV.

Y para terminar estos consejos de Consumer.es :

DÓNDE

– Un bebé enjabonado es muy escurridizo; si resulta difícil bañarle en el lavabo sin hacerle daño con los grifos, hacerlo en la bañera grande es incómodo, de modo que es casi imprescindible disponer de una bañera especial para bebés.

CUÁNDO

– A pesar de lo extendida que está esa precaución, no es preciso esperar a que cicatrice el ombligo para bañar al bebé. La humedad mantenida es perjudicial para el ombligo, pero si después del baño se seca y cuida debidamente, no hay ningún peligro. Es cierto que normalmente tampoco hay prisa en bañarles y si no se va a secar escrupulosamente el ombligo, más vale no mojarlo; pero también lo es que a bastantes niños tarda más de dos o tres semanas en caérsele y no hay justificación para demorar su primer baño por ese motivo.

– También se ha convertido en costumbre el baño diario, realmente muy conveniente en los niños mayorcitos, pero que no es imprescindible en un bebé que apenas se ensucia más que en la zona del pañal o cuando devuelve un poco de leche. Además, la piel tiene sus propios mecanismos de limpieza y la excesiva frecuencia o duración de los baños pueden irritarla, especialmente en bebés que la tienen muy sensible y cuando se emplea agua demasiado caliente. Un breve baño diario en agua tibia es bueno y a muchos bebés les relaja, convirtiéndose en una rutina a la que pronto les cuesta renunciar; pero, especialmente al principio, cuando no se tiene demasiado tiempo, basta con bañarles dos o tres veces por semana. Por supuesto, hay que lavarles tantas veces como sea necesario la zona del pañal, la cara, las manos, las axilas y los pliegues de la piel, o cualquier zona que se haya ensuciado.

– Los bebés agradecen la seguridad de lo rutinario; lo más habitual es bañarlos antes de la última toma del día, pero se puede hacer a cualquier otra hora si a los padres les va mejor o al bebé no le gusta el agua y, en vez de relajarle, le desvela.

– Desde luego, no es nada recomendable intentar bañar a un bebé que está llorando de hambre, pero en general, es mejor que el baño no sea después de las tomas, no por el riesgo de un corte de digestión, que sólo podría producirse si pasasen frío, sino porque suelen preferir dormir y también es fácil que los movimientos provoquen alguna regurgitación.

CÓMO

– Caldear el cuarto de baño por encima de veinte grados.

– Preparar y tener a mano todo lo que se necesita para bañarle y cambiarle, pues no se le podrá dejar solo ni un momento.

– Llenar la bañera hasta unos 5 ó 10 centímetros de profundidad con agua tibia.

– Comprobar la temperatura del agua con la piel del dorso de la mano o el codo, más sensible y parecida a la del bebé, cuidando de que sólo este tibia. Si se usa termómetro, debe estar entre 32ºC y 38ºC. En todo caso, es muy fácil y conveniente acostumbrarse a volver a comprobarla con el codo, justo antes de meter al bebé en el agua, aprovechando lo apropiado de su situación.

– Nunca dejarle solo. Un bebé puede ahogarse en dos dedos de agua mientras se ha ido a abrir la puerta o a coger el teléfono.

– No entretenerse demasiado, pues los baños largos maceran la piel y el agua puede enfriarse demasiado. Desde luego, el baño debe ser agradable, pero no es el momento más adecuado para jugar, porque no conviene que dure más de cinco minutos.

– Secarle enseguida y bien, en una superficie amplia y estable, poniendo especial cuidado en los pliegues (axilas, ingles, cuello) y más aún en el ombligo si aún no ha cicatrizado.

CON QUÉ

Los jabones y champús para bebés deben ser suaves, neutros o muy poco ácidos, para no modificar la acidez natural de su piel; cuanto más sencilla sea su composición y menos fragancias incorporen, mejor.

Las cremas o leches hidratantes aplicadas después del baño son muy útiles para mantener la humedad de la piel, pero un bebé con una piel sana no las necesita.

Aunque los polvos de talco evitan escoceduras en las axilas y el cuello de los bebés más gorditos y sudorosos, es mejor prescindir de ellos, porque pueden complicar la cicatrización de cualquier pequeña herida o erosión que haya en la piel y, desde luego, nunca se deben emplear para curar el ombligo; pero si se usan, deben verterse en la mano y aplicarse con ella y no espolvorearlos directamente, pues el bebé podría inhalarlos.

Las colonias ocasionan problemas con cierta frecuencia; si se desea utilizar alguna, es mejor aplicarla sobre la ropa del bebé que sobre su piel.