Para valorar el crecimiento de los niños, usamos las gráficas de percentiles. Existen gráficas de percentiles para cada parámetro: el peso, la talla, el perímetro de la cabeza, la grasa corporal, etc. Las más utilizadas son las de peso y talla, diferentes según se trate de varones o mujeres. Aparentemente son muy complicadas, pero en realidad no es así.
En una gráfica de percentiles figuran varias líneas, cada una con un número: 3, 10, 25, 50, 75, 90 y 97. Para conocer en que percentil se encuentra un chico —por ejemplo de peso—, se debe buscar primero la edad en el eje horizontal. Se traza una línea vertical desde ese punto. A continuación se busca el peso en el eje vertical, y se traza una línea horizontal por ese punto. Las dos rectas se cruzarán sobre alguna de las líneas de percentiles del gráfico. Ese será el percentil de peso del chico. Por ejemplo un lactante que pesa 7 kg y tiene 6 meses de edad, se encuentra en el percentil 10.
¿Qué significa que un lactante esté en el percentil 10 de peso? Que si lo comparamos con 100 lactantes normales de su misma edad y sexo, habría sólo 10 que pesarían menos, mientras que los otros 90 pesarían más que él. Lo mismo vale para la talla. Si decimos que un chico está en percentil 75 de talla, estamos diciendo que comparado con cien lactantes normales, 75 medirían menos y 25 más. Dicho de otra forma, si ponemos en fila a estos cien lactantes normales según su talla, estaría en el puesto 75.
Todas las líneas de los percentiles corresponden a valores normales, pero dentro de los límites de la normalidad hay niños mas rechonchos y otros mas delgados, lo mismo que habrá niños altos y niños bajos pero todos dentro de los límites normales. Los niños excesivamente altos o gordos, estarían por encima del percentil 97, mientras que los excesivamente bajos o delgados, estarían por debajo del percentil 3. Lo importante no es tener un percentil alto, sino crecer y engordar de forma más o menos regular, en torno a un mismo percentil.